domingo, 13 de junio de 2010

Desayuno mañanero patrocinado por secretaria de cultura.

Tengo ya la foto que entregare para mi ordi

Y el juevesin tengo mi exposición

Viernes a Vallarta! y hasta el Lunes de regreso

fotos del Evento en Cuyutlán:) SAL Tierra y Libertad

Descanso merecido


dandole duro















 

             
Terminado





1 comentario:

  1. Dilema de dualidad, mar es amar (fragmento)/ Beto Gilmour
    No sé cómo hay que amarte / me lo pregunto porque tengo ganas. Amar es amarrarse y yo te adoro junto con tu libertad. Me enamore de ti siendo libres los dos / no quiero por ningún motivo verte amarrada a un ancla.
    He aprendido tantas cosas sobre el mar últimamente –cosas– que cualquiera aprende con tan solo mirar, respirar, tomar, comer, sudar, defecar, vomitar y drogarse con el mar. Fastuosa tumba de hombres y animales, de hombres que se convirtieron en animales y de animales que se convirtieron en bestias. ¡Oh la mar! o rio final o final del rio, llegue hasta tu orilla hace 2 meses ya, me convertí en ancla y me quede a tu lado. Dulce mar te amo. Eres cobijo y sombra, eres vida, comida y muerte, eres un vacio una profundidad, eres el amor, mar es amar.
    El otro día – para no ser tan precisos – te vi barriendo un pedazo de suelo y me acerque a ti, al llegar ya estabas lavando algunas de tus prendas femeninas intimas, ínfimas. Me hiciste platica y mientras olía a jabón en aquella habitación de lavado, te imagine ahí parada en ese mismo lugar pero frente mío, yo metía mis manos debajo de tu falda y seguía un camino de caricias lentas que empezaban en tus piernas y tú me sonreías –con esa sonrisa¬¬– de quien ama y quiere –amar– era una de esas ocasiones en que pensar en las consecuencias puede ser aguafiestas. Olía tanto y tan bello a jabón y yo –entresueños– me sentía tan hombre debajo de tu falda, y con mis labios en tus pechos me hiciste sentir el cielo, sin hacer nada.
    Llegue hasta esta arena hace 2 meses, desde un principio el mar me pareció un sepulcro con hediondez a tripas de pescado, con un chingo de viento que mecía mis cabellos con jaqueca y el calor insoportable del mes de abril. Misteriosamente hay cosas que dios reserva para un final asombroso y el mismo infierno a donde había llegado con el tiempo y el andar se convirtió en el cielo. ¿Sera que después de ver el infierno todo lo irremediablemente emisor de luz se convierte en belleza para mis fotosensibles órganos oculares? ¿Es tal propiedad del cielo de convertirse en infierno y del infierno de convertirse en cielo la que se burla de nosotros? –dualidad infame–. Infierno y cielo, amar y anclarse.
    Quiero que sepas que te amo por ser libre y no pretendo que nada cambie, quiero tu libertad y la felicidad que nos trae. Si alguna vez encuentro la solución a este –dilema de dualidad– iré sin pensarlo un minuto más tras tu falda que se me hace tarde, y ahí me quedare, primero hasta ajustar 2 meses y después toda la vida.

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